Charlas B2B #1 | Ion Tamayo (ASYGEM) y el valor añadido
10 marzo 2021En el año más WTF de todo el siglo XXI decidimos dar el salto para renovarnos por completo. Aquí queremos contarte las razones detrás de esta aventura de Comunicación en el momento más incierto de nuestra historia.
Todos sabemos que 2020 está siendo un año loco. Vivimos tiempos históricos, muy a nuestro pesar. Pero esta herida, esta mordida que dejará una cicatriz en nuestra vida, supone a su vez un buen momento para parar y reflexionar.
Ahora valoramos cosas más sencillas: salir al aire libre “a respirar”, estar con quien queremos o sacar negativo en un test. Hemos aprendido a hacer pan, a distinguir 5 tipos de mascarillas y a consumir más alcohol con las manos que con la boca. Este es el año del teletrabajo (sea como sea), de comunicarnos por Zoom, de reunirnos por Skype y de dar clases de piloxing por Teams. Además, las empresas tienen un auténtico hambre de digitalización, aunque sea por necesidad.
Las graves consecuencias negativas de todo esto: la inestabilidad económica y personal de los miles de compañías que están en la cuerda floja o directamente caen por el precipicio. Todos conocemos personas que lo están pasando mal, cuyo futuro está en el aire o que posponen las decisiones porque no saben qué pasará mañana.
Con la que tenemos encima, puede parecer una locura a nivel empresarial cambiar de nombre, marca, web y hasta oficina. Sin embargo este año ya nos ha cambiado la vida a todos. ¿Qué mejor momento para renovarnos?
Érase una vez una agencia de Irun…
Comenzamos esta reflexión antes incluso de que China supiese de la epidemia. A principios de 2019 comprendimos que el concepto original de Plaza de Ideas había evolucionado. O, por lo menos, la forma en la que enfocábamos cada trabajo había cambiado.
Tras casi una década en agencias de publicidad más rígidas (en Irun, Donostia y Barcelona) Plaza de Ideas nació en 2012 para salirnos del molde, no tener miedo al cambio e innovar siempre que pudiésemos. Éramos “plaza” porque queríamos ser un punto de colaboración entre distintos perfiles; pero también éramos “ideas” porque queríamos ser lo más originales posibles en nuestras propuestas. Si se había hecho antes, nosotros lo haríamos de otra manera.
Durante nuestros primeros seis años de existencia fuimos creatividad en estado puro, sin control y, a veces, sin medida. Nos atrevíamos con todo: éramos un mustang desbocado, un torbellino dispuesto a cambiarlo todo. Y cuando digo todo, me refiero a todo.
«Como no sabíamos que era difícil, lo hacíamos fácil.Y con ilusión y esfuerzo todo es fácil»
Hicimos varios eventos gastronómicos en Vitoria, Burgos, Hondarribia y México, vestimos el Ciudades que Caminan y el Vía Irun; diseñamos y desarrollamos decenas de webs, tan diferentes entre sí como las de Asygem, Fundación Fero o Galaxy Park; diseñamos y produjimos folletos, soportes en gran formato, photocalls, rollups e incluso sellos de lacre para clientes como Irundin, Ebesa o Brönte Liburudenda; lanzamos y alimentamos redes sociales, campañas SEM, emailings o nos atrevimos con el marketing de empresas como HTG Express, Carriby o Garaje Inglés; grabamos e hicimos piezas audiovisuales corporativas para empresas como Eximport, entre otros; y, por supuesto, nos fuimos de juerga con el branding de una veintena de marcas.
Como no sabíamos que era difícil, lo hacíamos fácil. Y con ilusión y esfuerzo todo es fácil.
Una reflexión de casi dos años
Cuando en 2019 nos miramos en el espejo descubrimos arrugas, canas y mucha más experiencia. Habíamos cambiado, habíamos madurado. En primer lugar dejamos de ser el adolescente atolondrado que corre a la pista de baile; ahora elegimos con quién bailar porque algunos bailes se nos daban mejor.
Además abordábamos cada trabajo no sólo con la experiencia en nuestras respectivas disciplinas, sino con un mayor conocimiento de la gestión de proyectos y de la combinación de diferentes herramientas y medios de marketing y publicidad para conseguir resultados. Por otro lado descubrimos que, por muchos apellidos que le pusiésemos a todo, sabíamos hacer muy bien una cosa:
Contar historias. COMUNICAR.
Todo lo que hacemos en nuestros proyectos sirve para contar las historias de quienes confían en nuestra experiencia, lo que les sucede y lo que les importa. Entendemos la comunicación como acto de confianza entre personas, no como una comunicación unidireccional empresa-cliente, por lo que el diálogo y la forma de articularlo debía tomar mayor peso.
Reformas en la Plaza de las Ideas
A partir de esa reflexión Plaza de Ideas se nos quedó pequeña: la web no nos representaba, el logotipo se nos antojaba de otra vida, el nombre se nos hacía largo. Y, como en nuestros orígenes estaba el no tener miedo a cambiar, decidimos cambiar.
Poco a poco, en un proceso que se cristalizó entre finales de 2019 y principios de 2020, nos animamos a hacer reforma en nuestra plaza recogiendo y catalizando lo que cada persona había aportado a la agencia en estos años.
El objetivo era evolucionar nuestro proyecto de empresa hacia un nuevo marco que nos representase mejor en este momento y nos permitiese crecer en el futuro.
Nos enfrentábamos a un rebranding completo. Es algo que ya hemos realizado con éxito varias veces para proyectos de comunicación ajenos y que esta vez hacíamos para la casa, con mucha ilusión pero también con mucha más presión.
Del dicho al hecho
La primera decisión fue asumir la evolución de nuestro nombre: desde hacía tiempo sentíamos que ya éramos los de La Plaza, así que era mejor nadar a favor de corriente. Conservábamos la esencia de espacio de colaboración, comunicación, conversación y socialización, manteniendo nuestro origen “callejero”.
El siguiente paso fue cambiar nuestro logo, redefiniendo nuestra bombilla hacia un espacio urbano; más sólido y estable, pero siempre abierto. Conservamos nuestros colores, que siempre hemos considerado vibrantes e inquisitivos. Con ello también revisamos el resto de nuestra marca, con aplicaciones y contenidos en nuestro Facebook, LinkedIn e Instagram.
«Desde hacía tiempo sentíamos que ya éramos los de La Plaza, así que era mejor nadar a favor de corriente»
El tercer paso fue abordar la web, pasando de una plataforma de estudio, cargada de proyectos, a una página que primero transmitiera lo que somos para luego hablar, con calma, de lo que podemos hacer. Porque, si te preocupa la imagen y la capacidad de venta de tu empresa, podemos hacer mucho por ti, ya te dirijas a cliente final o seas B2B.
Y llegamos al final de este nuevo comienzo
El último paso ha sido contártelo, hacerte partícipe de ello. En estos tiempos de encierro nos sentimos más abiertos que nunca, con la misma ilusión y la misma energía, pero ahora mucho más enfocada. Ahora en La Plaza Comunicación hemos pasado de jugar al fútbol con dos mochilas como portería a conversar en la terraza, a observar desde un banco y a hacer Tai Chi con la gente del barrio.
Y, como siempre, queremos contar contigo en esta comunidad que crece desde 2012. ¿Te vienes a La Plaza?
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1 Comment
Hola David! Enhorabuena! me ha encantado la nueva web, el logo, la reflexión y todo. Que os vaya todo bonito y espero que volvamos a encontrarnos. Un fuerte abrazo.
Asier
ATERKI