Es un tipo de estrategia de marketing digital que ha cogido mucha fuerza en los últimos años y que en lugar de basarse en acciones de venta ‘agresivas’ que el usuario puede considerar intrusivas, opta por la atracción. Es decir, acercarse al posible cliente o fidelizar al que ya tenemos a través de propuestas de contenido que sean de su interés y a las que él quiera llegar de forma voluntaria.
¿Cómo se hace? El primer paso es llevar tráfico a la web mediante artículos en el blog, tener un SEO cuidado, realizar publicaciones en redes sociales, etc. La segunda etapa busca convertir esas visitas en leads, a través por ejemplo de formularios a cambio de un contenido. De esta forma, se obtienen datos de esas personas para intentar crear un vínculo duradero. Ahora ya sabemos qué le puede interesar más de cara a impactarle en nuestras acciones.